viernes, 14 de junio de 2013

Ayuda pedagógica: La Exposición



Ayuda pedagógica: La Exposición[1]

a.     Definición y/o concepto de la técnica o estrategia “exposición”.

Los “temas-frontera” son desarrollados en nuestro curso, generalmente, por medio de la técnica didáctica denominada “exposición”. Pero a veces surgen dudas sobre lo que se quiere o se pretende con ella. Las siguientes páginas pretenden aclarar el punto y ofrecer ideas a mis estudiantes para que puedan hacer de “su” exposición lo que aspiran el curso, el docente mismo y el propio estudiante. Agradezco su comprensión y generosidad al querer leer y poner en práctica las orientaciones contenidas en estas páginas… ¡para que las mejoren!

Básicamente de lo que se trata es de dar acabada ejecución al tema que Usted y su (s) compañero (a) (s) escogieron al comienzo del semestre de una lista proporcionada por el docente. Esta lista ha sido confeccionada buscando complementar y profundizar en los contenidos del curso. No se trata simplemente, pues, de ocupar de cualquier manera el tiempo destinado a una clase, mediante la repetición de ideas no asimiladas y monótonas. Por el contrario, la exposición del tema-frontera – como, por lo demás, cualquier exposición que Usted en el futuro tendrá que hacer – quiere ser la presentación de un argumento hecha de una manera lógicamente estructurada en la que sus principales recursos son, además de su propia voz, el lenguaje y, de pronto, un texto escrito. De un material inicialmente desordenado, se pasa a una estructura y a una organización del mismo; pero, también, esta ayuda podrá serle de utilidad cuando quiera destacar algunos puntos importantes de en medio de una muy diversa selección de información. Podrá emplearla en las diversas áreas del conocimiento, y especialmente si quiere hacer énfasis en un aprendizaje en el que los conceptos son importantes pero también los procedimientos.

Cuando Usted utilice este método expositivo ha de tener en cuenta que con él no sólo se requiere suficiente preparación del asunto a tratar, sino además cierta capacidad personal para expresarse y captar la atención de los estudiantes. El expositor debe estar informado del tipo de personas a quien se va a dirigir, pues de ello dependerá en gran medida la forma en que habrá de expresarse. Con frecuencia no será suficiente conocer anticipadamente las características del auditorio, pues durante el desarrollo de la sesión, el expositor (el profesor o en su caso el estudiante) podrá ser exigido a ser más explícito o más implícito. En estos casos el valor de la exposición no radica en el simple lucimiento de las habilidades personales, sino en el desarrollo de los aprendizajes de quien escucha.

Sin embargo, para hacerse más eficiente, la exposición requiere el uso de otros recursos didácticos, de buenos conocimientos sobre el asunto tratado y de una capacidad de síntesis.

Entre los inconvenientes que el expositor debe considerar para el uso de esta técnica, se encuentran los siguientes: a) él mismo es, prácticamente, el único actor, y como tal debe esforzarse para controlar todos los elementos que inciden o afectan a su labor; b) la fijación del aprendizaje se hace más difícil cuando el mensaje es sólo oral, por lo que siempre es conveniente utilizar otros medios que ayuden a los estudiantes a procesar los datos del mensaje transmitido; c) la motivación en general es más difícil cuando se limita al mensaje y acciones de una sola persona; d) la expresión verbal y el uso de apoyos visuales requieren de aceptables condiciones de espacio: una mala acústica y una deficiente distribución del grupo no sólo repercute en un desgaste físico del expositor sino en un pobre resultado del esfuerzo.

b.     Procedimiento para que pueda ser implementada la exposición.

El método expositivo que se vale del lenguaje oral es uno de los más antiguos. Incluso en nuestra época se ha mantenido como una práctica común en los diferentes niveles del sistema educativo, incluyendo la universidad. La exposición se asocia directamente a una actividad realizada por el profesor; sin embargo, se debe tener en cuenta que también puede ser empleada por los estudiantes o bien, por alguna persona externa al grupo. En el caso de que un tema a desarrollar resulte tan extenso que deba exceder el límite de una sesión de clase, es importante mantener siempre la estructura de la exposición (introducción, desarrollo y conclusiones). Por otra parte, no quiere decir que si un profesor elige la exposición como la estrategia base para una sesión de 50 minutos, sea él quien deba hablar durante todo el tiempo de la sesión.

En los últimos años se ha venido haciendo mucho énfasis en la necesidad de alternar el uso de la exposición con otras técnicas didácticas, incluso en una misma sesión de clase. Es decir, se alude a la necesidad del manejo de “exposiciones espaciadas” (Collins, 1997), donde la exposición se da en segmentos. Se hacen pausas en puntos lógicos de la exposición, donde el profesor se dirige a los estudiantes (haciendo alguna pregunta o solicitando que lleven a cabo alguna actividad), para mantenerlos involucrados con el tema. De esta manera, la exposición puede resultar más dinámica. Esto permite, además, que los estudiantes tengan tiempo para procesar y comprender el contenido manejado durante la exposición. Los profesores, por su parte, tienen oportunidad de darse cuenta si hay algo que no esté quedando claro.

Etapa I: Preparación del tema

Previamente a la sesión presencial en el salón de clase, el estudiante busca individualmente en diversas fuentes bibliográficas (textos, direcciones de Internet o situaciones de campo), el tema-frontera escogido al inicio del semestre y relacionados con los contenidos del curso. 

También previamente a la sesión presencial se reúne con su equipo para conocer las aportaciones del resto de sus compañeros (2 o 3) e integrar así un solo trabajo.

Al preparar la exposición es importante que considere los siguientes aspectos

  • Delimite el tema o la parte del mismo que será manejado mediante esta técnica. 
  • Prepare un bosquejo que contenga 3 ó 4 ideas principales. 
  • Organice las ideas principales de tal manera que reflejen una secuencia lógica. Es importante que las ideas se organicen en torno a un criterio que ha de guiar el avance en el desarrollo de las mismas en el momento de la exposición.

Algunos tipos de secuencia lógica y sus características son

1) Causa - Efecto: Los eventos son citados y explicados haciendo referencia a las situaciones que provocaron su origen. 
2) Tiempo: Las ideas se organizan cronológicamente.
3) Problema-solución: Se problematiza una situación y enseguida se plantean soluciones alternativas. 
4) Ascendente-Descendente: Las ideas se presentan de acuerdo con su importancia, familiaridad o complejidad. 
5) Proceso: Se explican las etapas del desarrollo de un proceso.

Elabore algunos cuestionamientos que le permitan como expositor clarificarse a sí mismo la naturaleza del tema. Es importante que los estudiantes entiendan claramente la perspectiva teórica desde la cual es abordado un tema, esto les permite dar sentido a la información que se está exponiendo. La falta de entendimiento, o la malinterpretación de la naturaleza del tema expuesto, provoca que los estudiantes se “pierdan” en la exposición. Así pues, el planteamiento de algunos cuestionamientos sobre el tema, permite al profesor clarificarse a sí mismo lo que pretende exponer a los estudiantes. Estas repuestas constituyen los puntos importantes de su exposición.

Prepare un “organizador previo”. Un buen recurso para organizar el material textual que será presentado a los estudiantes, es ubicarlo en principios más generales o con los cuales pueda relacionarse o incorporarse tal información (a manera de un esquema general). El “organizador previo” (Ausubel, 1976) no debe ser confundido con una sinopsis de introducción, pues éstas suelen tener el mismo grado de abstracción que el material de aprendizaje. El organizador constituye una forma de colocar las ideas a exponer en un marco conceptual estructurado de tal manera que permita a los estudiantes visualizar la relación entre ellas.

Identifique ejemplos que le sirvan como apoyos verbales a la exposición. Los ejemplos han de ilustrar la información presentada y ayudar a los estudiantes al logro de una mayor comprensión de la misma.

Determine y prepare los apoyos visuales (para video-beam, por ejemplo) que va a utilizar.

Etapa II: Exposición de un tema

El profesor solicita a cada equipo que presente su trabajo al resto del grupo. A lo largo de la exposición él interviene para clarificar o ampliar información cada vez que lo juzga pertinente.

Requiere el cuidado de los siguientes aspectos: las fases a partir de las cuales se estructura la información presentada, el manejo que se hace de la forma de comunicarlo y la selección y manejo de apoyos visuales.

La exposición de un tema debe siempre incorporar las siguientes fases y generalmente las siguientes proporciones o tiempo de dedicación: introducción (10%), desarrollo del tema (65%) y cierre (25%).

1°) La introducción: la introducción actúa como un “puente cognitivo” entre los conocimientos previos de los estudiantes y la información contenida en la exposición. Es importante considerar que una buena introducción propicia un ambiente adecuado para la exposición del tema: permite captar la atención de los estudiantes, despierta su interés por el contenido del tema, los motiva a “estar” realmente en clase (atendiendo y participando) y, consecuentemente, permite asegurar mejores resultados de aprendizaje.

¿Qué se puede hacer? Revisión de material pasado; alusión a un asunto de actualidad; anécdotas; analogías; alusión a un evento histórico; referencias humorísticas; ejemplos; preguntas. 

Se intercala con actividades cortas, que sean dinámicas y que propicien la colaboración: 1. Agrupar a los estudiantes en parejas. Concederles un espacio de dos a tres minutos para realizar una actividad colaborativa en la que se desarrolle el conocimiento previo del tema presentado. El propósito de esta actividad es propiciar el inicio de una discusión. 2. Exponer los primeros 3 a 5 minutos.

2°) Desarrollo del tema: el desarrollo del tema se refiere a la exposición gradual del contenido, lógicamente ordenado, como forma de lograr un aseguramiento de la continuidad.

Una exposición será más eficaz cuando esté organizada jerárquicamente, es decir, cuando desarrolla una red conceptual cuyos elementos se ramifican progresivamente. El aprendizaje que deriva de una exposición no depende sólo del significado lógico del contenido, sino también de la coherencia e ilación con que está estructurada la información expuesta. Así pues, es importante que las ideas estén conectadas entre sí y no simplemente yuxtapuestas, que se perciba un hilo conductor o argumental. Una exposición se comprende mejor cuando parte de las ideas más generales para irse adentrando en los detalles.

Los estudiantes reciben ya organizada la información conceptual a adquirir, a través de la presentación oral que hace un expositor. Para incrementar las probabilidades de éxito es conveniente asegurarse que la exposición active algunos conocimientos que ya poseen los estudiantes, así como cuidar con esmero la organización o estructura interna de la misma.

Que se facilite al estudiante el seguimiento de la estructura argumental: uso adecuado de los apartados del texto que se expone, presentación de esquemas, uso de recursos formales (tipografía, subrayado, etc.). Y la voz: se suele recurrir a elementos no verbales del lenguaje tales como el énfasis, la reiteración, la clasificación o el uso de material gráfico, con el fin realzar la estructura y organización interna de la exposición. Deben servir no sólo para destacar cuáles son las ideas principales, sino también para hacer explícita la forma en que se relacionan. 

Observe si acaso su tema no tiene que ver con algo teórico, pero, al mismo tiempo, práctico. En efecto, el aprendizaje procedimental se deriva directamente del aprendizaje conceptual: ¿cómo puede la exposición contribuir a la existencia de una situación adecuada para la enseñanza de contenidos procedimentales? Una actividad expositiva orientada a la adquisición de contenidos procedimentales se ve favorecida a partir de la demostración que hace el expositor del procedimiento objeto de aprendizaje.

La exposición, especialmente cuando es prolongada, conviene que se intercale con actividades cortas, que sean dinámicas y que propicien la colaboración: 3. Dar de uno a tres minutos para que discutan acerca del material presentado. La actividad de discusión debe dar una respuesta a la pregunta propuesta por el expositor, ofrecer una reacción a la teoría, conceptos o información presentada y relacionar el material nuevo con aprendizajes previos. Las parejas deben responder de la siguiente manera: a) Cada estudiante formula su respuesta. b) Comparte sus respuestas con su compañero. c) Todos escuchan detenidamente la respuesta de su compañero. d) Forman una nueva respuesta, mejor que las respuestas iniciales. 4. Seleccionar dos o tres estudiantes al azar, para que presenten resúmenes de sus discusiones en 30 segundos. 5. Exponer los siguientes 3 a 5 minutos. 6. Presentar otra actividad de discusión acerca de la segunda parte de la exposición, por uno a tres minutos. 7. Repetir esta secuencia exposición-discusión hasta que el tema haya sido concluido.

3°) Cierre: el cierre es algo más que un rápido resumen de los contenidos manejados en la exposición. Aparte de unir los puntos más importantes y de actuar como eslabón entre el conocimiento presente y el pasado, el cierre proporciona al estudiante el sentimiento de haber logrado algo.

Un cierre es adecuado cuando los propósitos y principios fundamentales de la clase, o parte de ellos, se consideran aprendidos de manera tal que al estudiante le sea posible relacionar el nuevo conocimiento con el que ya poseía. Permite la consolidación de la estructura conceptual, mediante la relación explícita entre las ideas previas del estudiante que han sido activadas y la organización conceptual de los materiales de aprendizaje presentados en la fase del desarrollo de la exposición.
8. Presentar una actividad final de discusión que resuma lo que han aprendido del tema. Los estudiantes deberán tener de dos a tres minutos para resumir y discutir el material.

Algunas observaciones cortas: 

La comunicación no verbal proporciona dinámica a la exposición: Variación en la voz; Gestos y movimientos corporales; Contacto visual.  

Selección y manejo de apoyos visuales: apoyan y facilitan la comunicación entre el profesor y los estudiantes. Tener en cuenta: su disponibilidad, las características físicas del lugar, el tamaño del grupo, el tiempo disponible para su preparación y el uso apropiado de los mismos. 

Pueden ser: Escritos: Libro de texto, Fotocopias, Notas de clase; Escritos y visuales: Pizarrón, Transparencias, Diapositivas, Páginas web; Audio-Visuales: Video, Audiovisual; Computacionales: Paquetes computacionales (Power-Point, etc.).

c.      Aprendizajes y/o competencias que esta técnica fomenta en el estudiante universitario.

Esta ayuda didáctica puede contribuir enormemente a un proceso de enseñanza-aprendizaje efectivo, especialmente en aquellos cursos en donde se requiere cubrir mucho material. 

Entre otras competencias o aprendizajes:

  • Provoca la participación en la elaboración de síntesis acerca del tema revisado.

  • Fomenta el aporte del estudiante en respuestas pertinentes a las preguntas elaboradas por el profesor o por otros compañeros.

  • Anima a plantear dudas y cuestionamientos y a expresar puntos de vista en relación con la temática abordada.

  • Examina los aspectos planteados en las actividades del profesor en aquellos casos en los que no sea él (ella) quien realice la exposición de un tema; o, cuando es él mismo quien lo hace, los estudiantes lo observan realizando una serie de acciones en las que va verbalizando el razonamiento de su actuación. De este modo, los estudiantes construyen un modelo mental adecuado de las actividades necesarias para ejecutar la tarea y adquirir la destreza que se tiene como meta de aprendizaje.

  • El manejo de la exposición por parte de los estudiantes para presentar información a sus compañeros y al profesor, incide directamente en el desarrollo de su habilidad de comunicación oral. Ello es así en la medida en que el profesor incorpora de manera intencionada el manejo de esta habilidad como objeto de aprendizaje.

  • Finalmente, permite el desarrollo del pensamiento crítico en la medida en que el manejo que realice de la presentación de un tema lo conduzca a enjuiciar y valorar la información que se le presenta. Para ello el estudiante requiere aplicar un conjunto de procesos cognitivos superiores y complejos como analizar, sintetizar, evaluar, resolver problemas, tomar decisiones.

d.     Evaluación de los aprendizajes

Para efectuarla se tienen en cuenta principalmente:

1°) La observación de la comunicación no verbal de los estudiantes: si toman notas, si contestan a las preguntas, si miran atentamente, la forma en que se acomodan en sus asientos, si responden a las bromas. En general, si están siguiendo al expositor.

2°) La utilización del recurso de un examen rápido (o alguna otra técnica de evaluación) a partir del cual pueda obtener información para saber si los estudiantes realmente han comprendido el contenido previsto. Por ejemplo, se puede pedir a los estudiantes que expliquen determinado concepto, que realicen algún paso de determinado procedimiento, que apliquen parte del contenido expuesto a una situación concreta, etc.

3°) El análisis del tipo de preguntas que hacen los estudiantes en relación con el contenido expuesto.

Bibliografía de apoyo:


Ausubel, D. (1976). Psicología educativa: un punto de vista cognoscitivo. México,Trillas.
CEA (1996). Manual de microenseñanza. Monterrey, ITESM.
Coll, C.; Pozo, J.; S., Bernabé; Valls, E. (1992). Los contenidos en la Reforma, enseñanza y aprendizaje de conceptos, procedimientos y actitudes. Madrid, Santillana.
Collins, H. (1997). The spaced lecture (en línea). Disponible: http://biblioteca.itesm.mx/  (Biblioteca digital del ITESM, base de datos ProQuest) (10 de febrero de 1999).
Dubelle, S. (1986). Effective teaching; critical skills. Pennsylvania, Technomics Publishing.
Johnson, D.; Johnson, R. (1999). Learning Together and Alone: Cooperative, Competitive, and Individualistic Learning. Massachusetts, Allyn & Bacon.
Georgia State University. GSU Master Teacher Program: The Lecture (en línea). Disponible: http://www.gsu.edu/~dschjb/wwwlect.html  (28 de enero
de 1999).
Eble K. (1977). The craft of teaching, a guide to mastering the professors art. San Francisco, Jossey-Bass
Lowman, J. (1985). Mastering the techniques of reading. San Francisco, Jossey-Bass
Nérici, I. (1980). Metodología de la enseñanza. México, Kapelusz.
Pregent, R. (1994). Charting your course. Wisconsin, Magna Publications.
Stunkel, K. (1999). Using lecturing for intellectual liberation (en línea). Disponible: http://biblioteca.itesm.mx/  (Biblioteca digital del ITESM, base de datos ProQuest) (10 de febrero de 1999).










[1] El presente texto ha sido relaborado (2013) para empleo en nuestros cursos a partir del documento La exposición como técnica didáctica” creado y utilizado por la Dirección de Investigación y Desarrollo Educativo de la Vicerrectoría Académica, INSTITUTO TECNOLÓGICO Y DE ESTUDIOS SUPERIORES DE MONTERREY y se puede encontrar en http://www.sistema.itesm.mx/va/dide/inf-doc/estrategias/ Se reconoce esta autoría y se agradece poder hacer uso de este material.

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